¿Cómo afecta a la pisada la fatiga al correr?

Hoy te vamos a hablar sobre dos conceptos clave para los runners: la fatiga y la pisada. ¿Quieres saber cómo se influyen mutuamente y en qué consisten? Pues sigue leyendo, que te lo explicamos. 

Tipos de fatiga al correr y razones de su aparición

Fatiga muscular: se debe a la destrucción muscular y se manifiesta, básicamente, como dolor de piernas.

Fatiga fisiológica: puede ser energética (menos glucosa y menos capacidad para quemar grasa), de acidez (por tener el ácido láctico disparado) o por deshidratación. Por ejemplo, puede ocurrir si tienes muchos carbohidratos en la musculatura pero hay 40 grados. En este caso, es probable que el cuerpo se fatigue por la deshidratación.

Otro ejemplo: si te has nutrido muy bien pero el primer kilómetro de un maratón lo haces a 2´40″/km, es un hecho que la fatiga llegará más rápido y de manera más acentuada. También puede ocurrir que llegue un momento en el que el cuerpo, por no tener glucosa o grasa “disponible”, se quede sin energía “de la buena” y de lugar a la fatiga.

Fatiga mental: ocurre cuando tus condiciones físicas están bien, pero tus ganas de seguir se agotan y simplemente no quieres continuar. En los maratones mucha gente esconde este tema con alguna cuestión física y os aseguro que es una excusa que daña mucho a las futuras competiciones y situaciones estresantes. Se puede, siempre se puede.

Cuando se presentan en la carrera a pie estas tres fatigas a la vez o de manera individual, una consecuencia normal es el hecho de que la pronación aumente.

Cómo influye en la pisada las condiciones fisiológicas

¿Por qué pronamos en rodajes o carreras de larga distancia? A continuación vamos a explicarte los factores que hacen que la técnica de carrera no sea igual de eficaz: deshidratación, hipotermia. hipertermia, hipoglucemia, destrucción muscular, factor mental, carga excesiva. Todos estos factores hacen que los siguientes parámetros empeoren:

PPM: pasos por minuto o zancadas por minuto. Si lo ideal es ir a 160-180+/- (dependiendo de cada persona), cuando entra en juego la fatiga se tiende a dar menos zancadas por minuto y se hace el movimiento de la zancada más en “cámara lenta”.

TCCS: tiempo de contacto del pie con el suelo en cada zancada. Cuando se tiene energía suficiente (o normal), se tiende a tener este parámetro en un tiempo cercano a 250-200 ms (mili segundos).

RV o OV: ratio vertical u oscilación vertical. Suele ser de unos 10 cm si la zancada es más o menos correcta. Esto puede indicar que malgastamos energía en “saltar” y no tanto en “avanzar”. Este parámetro se ve mermado por la fatiga pero no suele variar mucho. Es decir, no se deja de saltar mucho, pero se avanza menos.

TDV: este parámetro nos marca cuánto estamos en el aire sin tocar el suelo con ningún pie.

LDZ: es la longitud de zancada. Oscila entre 1 a 2 metros +/- en competición. Cuanta mejor zancada tenemos, con buena frecuencia, buen tiempo de contacto con el suelo, poco ratio vertical y buen tiempo de vuelo, mejor será la longitud de zanca. Este parámetro, junto con el de zancada por minuto, es clave a la hora de correr bien técnicamente.

Cuando la zancada es demasiado frecuente (no es común) no se aprovecha bien la inercia y la fuerza imprimida en la zancada. Por otro lado, cuando es demasiado poco frecuente, se tiende a tener movimiento laterales que hacen que en la zancada la fuerza se ejerza para avanzar, pero también para los laterales. Esto último no solo es causa de posible lesión por la hiperpronación, sino también de pérdida energética para avanzar, que al final es la misión de nuestras preciadas zancadas.

Yo soy pronador, capaz y valiente. ¿Y tú?

Hossain Kaanache Amghiraf (HossKaam)